La expresión metafórica “no se puede tapar la luz del sol con un dedo” nos evidencia malignas intenciones de esconder ante ojos inocentes realidades sumamente visibles. La gran mayoría de los medios de información de la colectividad judía hispano parlante opta por esta vía cuando se enfrenta con síntomas problemáticos o poco halagadores en la conducta de la sociedad o el gobierno israelí. En este sentido es muy típico que resalten casos eventuales de un soldado israelí que ayuda a uno o grupo de no judíos en situaciones angustiosas o destaquen logros significativos de un ciudadano árabe en la sociedad israelí, pero se escabullen de informar circunstancias de clara discriminación a cientos de miles de ciudadanos israelíes no judíos.
La programación del desarrollo del sistema de ferrocarriles en Israel es un claro ejemplo.
El plan de incorporación de periferias poblacionales al centro del país por medio del despliegue de nuevas líneas férreas al sistema nacional israelí de, más de dos décadas de antigüedad, incluía el trayecto denominado “Trecho Yron” (Línea punteada roja-verde en el mapa). Este tramo estaba destinado a permitir una rápida conexión con Tel Aviv (una hora) de una población aproximada de 100 mil habitantes en la región centro oriental de Israel, principalmente alrededor de las ciudades de Afula y Beit Shean. Además, en su camino por el Wadi Ara (a lo largo de la ruta 65), este servicio beneficiaría a una población aproximada de 200 mil árabes ciudadanos de Israel que viven en ciudades y poblados de la región.
Mapa del proyecto de desarrollo ferroviario de Israel
El sistema actual ya activa una línea férrea que une Afula y Beit Shean con Tel Aviv, pero demanda un desvío hacia el norte por la ciudad de Haifa que incurre en un notable desperdicio de tiempo (casi una hora más de viaje en cada dirección. Línea azul punteada y azul continua).
Plan demasiado fantasioso para que se convierta en realidad en Israel.
En los últimos días el ministerio de transportes israelí decidió cancelar el proyecto “Trecho Yron” para suplirlo por un trayecto alternativo que se desvía de las poblaciones árabes de la región (“Los borran del mapa”, The Marker, 7-2-19). El nuevo trayecto se denomina “Trecho Menashe” (línea punteada amarilla en el mapa), no beneficia a ninguna población en su trayecto y los habitantes de Afula, Beit Shean y sus alrededores deberán desperdiciar otros 15 minutos más. Eso sí, el Trecho Menashe tiene una gran ventaja nacional: no permite que los 200 mil árabes israelíes del Wadi Ara puedan beneficiarse de un buen y moderno sistema de transporte. Una enorme satisfacción para la gran mayoría de la sociedad israelí.
El vocero del ministerio de transportes informó que “se tomó la decisión de buscar y encontrar una solución de transporte público apropiada para los habitantes del Wadi Ara”. En el lenguaje israelí: sepultaron el tema por generaciones.
No hay duda que el ministerio de transporte de Israel cumple la ley, la nueva ley de Estado Nación Judío. Para quien todavía no se convenció, el objetivo de la ley no es dar mayor vigencia al himno y/o a la bandera nacional. El principal objetivo es discriminar a la población no judía de Israel. Este es un buen ejemplo.
Ojalá me equivoque
Daniel Kupervaser
Herzlya – Israel 8-2-2019
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