Dicen que el dominio de otro pueblo corrompe. También dicen que la nueva moda de programas reality para promocionarse personal o institucionalmente acarrea la pérdida de conciencia. Pero no debe haber una situación mas degradante para una sociedad cuando una de sus instituciones más importantes promueve un programa de reality con un pueblo oprimido como actor central.
El comando superior del distrito Jerusalén de la Policía de Israel decidió año atrás que es necesario la difusión de un programa televisivo que exponga en vivo el accionar de las fuerzas del orden en la región de la capital de Israel como medio para enriquecer la imagen ante la población. A tal efecto contrató los servicios de una productora que se dedicó a programar y finalmente comenzó a difundir este año diversos capítulos de un tipo de reality denominado “Distrito Jerusalén” en el canal 11 de Israel.
En el noveno capítulo de la serie, semanas atrás, se grabó un audaz allanamiento en una vivienda palestina en el barrio Isawiya de Jerusalén Oriental, donde vive la familia Suleiman. Según lo expresado por un oficial de informaciones de la policía en dicha oportunidad, el allanamiento se debía a datos secretos recolectados por su unidad y el objetivo del operativo era la búsqueda de armamento y material bélico escondido.
Una vez concluida la ardua labor de dos horas acompañados por las cámaras de TV, el personal policial especializado logró descubrir un arma de guerra escondido – rifle del tipo M 16 – en el subsuelo de la casa. Tras el alboroto y gritos de “lo logramos”, uno de los participantes del operativo hasta se vanaglorió ante las cámaras que el hallazgo se consiguió “en un túnel que no tiene nada que avergonzarse con aquellos que construye Hamas en Gaza”.

Hasta aquí el detalle de los acontecimientos, así como fueron expuestos oficialmente en el programa de promoción de la imagen policial. La farsa del humillante y vergonzoso accionar de la policía se descubrió con posterioridad. Vecinos de Suleiman, sorprendidos por su vida normal, le alertaron que el allanamiento a su vivienda fue reproducido en un programa de TV donde mostraron un arma de guerra que se ocultaba en su viejo y sucio sótano donde en su tiempo se criaban palomas (perdón, un sofisticado túnel como los de Hamas según la versión expuesta en TV).
Ahora la historia verídica.
Izawiya es un barrio de Jerusalén Oriental, anexado y bajo jurisdicción municipal de la ciudad israelí Jerusalén desde el año 1980. Allí habitan una pequeña parte de los 300 mil palestinos carentes de ciudadanía y derechos básicos bajo soberanía de jure israelí. Como todo barrio palestino de Jerusalén Oriental, se trata de un suburbio sucio, descuidado y abandonado por las autoridades municipales donde el atropello, ultraje y maltrato de sus habitantes por parte del poder central, municipal, policía y colonos judíos, están al orden del día.
Un claro ejemplo es el caso en discusión.
A las 3.30 de la mañana de un día de noviembre 2018, policías golpearon la puerta de la vivienda de Suleiman, un pacifico jardinero. Miembros de la gendarmería israelí rodearon la vivienda, mientras que policías equipados con un gran martillo y perros penetraban a su interior. Los cuatro hijos de la familia, entre ellos la menor de 6 años, dormían en sus dormitorios. Los policías los obligaron a despertarlos y concentrarlos en el salón.
La búsqueda se prolongó 2 horas. En un momento el perro comienza a señalar un agujero en una de las paredes del subsuelo. En la filmación se ve a un policía excavar levemente con su bota hasta que el gran trofeo aparece. El rifle M 16.
Sorprendentemente, no se filma la detención de Suleiman, el aparente terrorista palestino que esconde un arma de fuego, procedimiento normal en situaciones similares.
No solo que no se filmó la detención de Suleiman, sino que este inocente palestino no tiene nada que ver con un arma plantada por la policía para ufanarse ante la sociedad israelí de su trabajo. El oficial encargado del allanamiento entregó a Suleiman un documento oficial, “informe de búsqueda”, donde se constata claramente, “no se encontró nada ni se produjo daño a personas ni bienes”. Con mucho temor preguntó Suleiman al oficial si se lo llevan a interrogatorio a la policía. El oficial le respondió que debe presentarse en la seccional de policía al otro día. Así lo hizo Suleiman. En esa oportunidad el oficial de turno le informó que él no es requerido para ninguna investigación.

Todos los detalles se pueden ven en “Para la filmación de «El Distrito Jerusalén»: policías allanaron vivienda de familia palestina y plantaron un arma”, Ynet, 6-8-19, y, “Policías plantaron arma en una familia del barrio Isawiya para la serie «Distrito Jerusalén»”, Haaretz, 6-8-19.
La conclusión es una y muy clara. La policía tiene a su cargo la sagrada misión de proteger a toda población que convive bajo soberanía israelí. Pero en este caso, lamentablemente, fingió un sofisticado y audaz allanamiento aprovechándose de su poder ilimitado sobre población bajo su soberanía, pero sin derechos civiles y dominada por el pavor y la fuerza. Ningún oficial responsable de tan bochornoso y discriminador acto fue enjuiciado, y el vocero de la policía israelí solo le dedicó una corta disculpa en un escueto comunicado. No es de sorprender. Hacer sufrir a población palestina hace tiempo que se convirtió en uno de las conductas centrales de la escala de valores del nuevo Estado Judío.
Para resaltar otra reciente prueba de esta peligrosa desviación de los valores judíos, vale la pena mencionar que días atrás, cuando Israel demolió varias viviendas palestinas en Jerusalén Oriental por considerarlas ilegales según sus leyes, un oficial del ejercito y un oficial de la policía fueron filmados resaltando la brutalidad israelí cuando festejaban aireadamente la caída de los edificios. Fue un placer, como no festejar (“Policía y oficial del ejército se ríen y abrazan: festejan la demolición de las viviendas palestinas”, Ynet, 23-7-19).

OFICIAL DEL EJÉRCITO Y POLICĺA ISRAELĺ FESTEJAN LA DEMOLICIÓN
Cuando judíos del mundo se preguntan los motivos de la gran ola que generaliza y legitima la aversión a Israel, los judíos y el judaísmo, no se requieren muchos esfuerzos para recibir una respuesta. Israel los expone casi a diario.
Ojalá me equivoque
Daniel Kupervaser
Herzlya – Israel 12-8-2019
kupervaser.daniel@gmail.com
@KupervaserD
Tu objetividad te honra. Un saludo cordial!