Todo comenzó con el anuncio de Netanyahu en una reunión de parlamentarios del Likud. El primer ministro informó el comienzo de un “incidente nada simple” en la frontera con el Líbano con un fuerte intercambio de fuego con terroristas de Hesbollah.
La inminencia de un “desastre nacional” llevó a los dos primeros ministros, Netanyahu y Gantz, este “elegido” y el otro “alternativo” a tomar urgentemente posición como líderes de la defensa nacional en los fortificados subsuelos del ministerio de defensa en Tel Aviv.

FUEGO, PROYECTILES Y HUMO EN LA FRONTERA CON LĺBANO
En verdad, en menos de una hora el silencio volvió a predominar en el límite norte de Israel. Este inesperado desarrollo de los acontecimientos de ninguna manera puede ser motivo para que los dos lideres de Israel no lo aprovechen políticamente. Como se sabe, ya se habla de elecciones para noviembre próximo, así que disparos, proyectiles y humo son el mejor escenario para promoverse ante el electorado israelí tan sediento de encontrar la oportunidad de asestar un golpe al enemigo, no importa si eso ayuda o no a resolver el problema.
Según la versión israelí, se trató de un intento aislado de ataque terrorista contra Israel, que fue rápidamente desbaratado, sin victimas ni daños materiales. Difícilmente se pueda recordar una de las miles de situaciones idénticas del pasado que fuera motivo para que el primer ministro, su primer ministro alternativo y ministro de defensa se vean en la necesidad de difundir declaraciones bombásticas por cadena de TV y radio en horario pico. Como es de costumbre, todos los medios de difusión radiales, televisivos y escritos, encajonaron sus visiones críticas y se cuadraron como disciplinados soldados del gobierno repitiendo los mensajes oficiales.
Dejemos de lado el decorado de los políticos para concentrarnos en los hechos.
Según la versión israelí, un comando armado de Hesbollah fue identificado a tiempo por el sofisticado sistema de detección de la región, avanzando hacia el límite con Israel. Se dio la alarma inmediata con el consecuente ataque israelí. Los medios informaron de un fuerte intercambio de proyectiles entre Israel y Hesbollah. Oficiales israelíes confirmaron que el comando de Hesbollah se vio en la necesidad de replegarse sin dejar víctimas.
Por su parte, Hesbollah difundió su versión desde el Líbano. Según esta fuente, “Hesbollah no atacó ni abrió fuego contra Israel. Todo fue unilateralmente de Israel. La represalia de Hesbollah por la muerte de uno de sus combatientes por un ataque israelí en Siria llegará en el futuro. Hesbollah tildó la apertura de fuego del ejército de Israel como respuesta nerviosa de un enemigo asustado y en pánico” (“Netanyahu: la acción en el norte evitó un ataque a nuestro país”, Haaretz, 28-7-20).
Israel afirma disponer de filmaciones que atestiguan la veracidad de su versión. De todas maneras, pasadas 24 horas del incidente, Israel no expuso dicha evidencia, por lo que hasta el momento no hay posibilidad de aceptar o denegar ninguna de las dos versiones.
De todas maneras, vale la pena analizar el significado de la versión israelí, tal como lo hace el reconocido analista de seguridad Amir Bohobot (“Alarma: el mensaje problemático del ejército de Israel en el incidente con Hesbollah”, Walla, 27-7-20).
Israel identificó durante suficiente tiempo el peligro que se acerca y sus dimensiones. Con todas las fuerzas alistadas en el lugar y su sofisticado armamento, es de suponer que los comandos se prepararon para una respuesta adecuada.
Si el objetivo del ataque israelí estuvo destinado solo a hacer retroceder a los terroristas de Hesbollah, a los efectos de evitar una conflagración en la región, se esta hablando de una visión que se adapta a la estrategia disuasiva de Hesbollah que promueve el equilibrio del espanto entre los dos bandos.
Si no existía una directiva de los niveles políticos de conformarse solo con repeler a los atacantes evitando en lo posible toda confrontación y/o conflagración, se puede definir el resultado de este incidente como un grave fracaso del ejército israelí. No solo que este dispone de armamento moderno, medios de detección y espionaje de alto nivel, posiciones fortificadas, sino que también está a su alcance apoyo aéreo de todo tipo de manera que un comando de unos pocos combatientes no tendría que haberse replegado ileso.
Sin mencionar la dolorosa posibilidad que Hesbollah esté detrás de la versión correcta, de las alternativas que se derivan de la versión israelí, sin lugar a dudas, una es peor que la otra.
La reconstrucción de los acontecimientos del incidente de ayer con Hesbollah, lejos de ajustarse a la estrategia israelí declarada, demuestra claramente la intención de Gantz y Netanyahu de echar arena en los ojos de la sociedad israelí para mantenerla sumisa y atemorizada.
Ojalá me equivoque
Daniel Kupervaser
Herzlya – Israel 28-7-2020
kupervaser.daniel@gmail.com@KupervaserD
Un abrazo, Ines